Pablo Díaz: “Mi meta ahora es enseñar todo lo que he aprendido en la Escuela”

Pablo Díaz es Murray para todos en la Escuela. Se ha retirado, por edad, de la competición de la Liga Juvenil y ha comenzado una nueva etapa. Ahora está centrado en “enseñar todo lo que he aprendido en la Escuela”, confiesa con timidez y alegría. Pero esto no le impide agradecer a Dani Esquerdo la oportunidad que le ha ofrecido de enseñar tenis. “Sentí una alegría muy grande. Después de jugar a este maravilloso deporte tantos años, ves que se te va a acabar y Dani te da la oportunidad de enseñar lo que has aprendido es, ciertamente, muy bonito”, afirma este buque-insignia de la Escuela. Comenzó a practicar tenis cuando contaba con 11 años y siempre en estuvo en la Escuela de Tenis del Amanecer. En esos años, cómo no, su ídolo era Rafa Nadal.


¿Por qué empezaste a jugar al tenis?
Me apunté a jugar al tenis porque llevaba mucho tiempo jugando al fútbol y quería cambiar de deporte. Necesitaba algo nuevo, elegí el tenis y empecé en esta Escuela. Me enganché…y hasta ahora. Ahí se refleja el gran trabajo que hicieron y hacen, ahora, mis compañeros de trabajo.

¿Recuerdas a esa edad quién era tu ídolo?
Sí, sí, Rafa Nadal. Desde entonces hasta ahora y yo creo que lo seguirá siendo siempre. Lo tengo muy claro, para mi, es un ejemplo a seguir, tanto tenísticamente como personalmente.

Pablo, ¿qué te ha enseñado el tenis?
El tenis me ha enseñado ciertamente muchas cosas: a saber ganar, a saber perder y en la escuela, conocer el buen ambiente entre alumnos y profesores y el compañerismo que reina este en este club. Además, el tenis me ha enseñado a crecer como persona, a saber comportarme en distintas situaciones.

Creo que has participado en dos ascensos de categoría con la escuela. ¿De cuál estás más satisfecho?
Del que estoy más satisfecho, sin duda, es el del ascenso que protagonizamos a Segunda División. Estábamos en Tercera y fue al primer o segundo año de que yo comenzara las clases de tenis cuando ascendimos a Segunda División. Esto fue un logro muy importante y un extra de motivación, porque un club tan pequeño como el nuestro estar en esa categoría, dentro de los equipos más grandes, supuso un premio muy valioso. Al año siguiente bajamos de categoría, ya que era muy complicado mantenerse, tan complicado que he de decir que no gané ningún partido (risas). Estuvimos varios años en Tercera División y el año pasado bajamos a Cuarta. Considero que fue un gran fracaso. A partir de ahí me propuse que debía de dejar el equipo en Tercera División y que haría todo lo posible para alcanzar ese objetivo. Y este año hemos ascendido, como campeones, a Tercera, que es la división en la que yo creo que es nuestra categoría y donde el equipo debe estar. Creo que he cumplido mi objetivo y estoy muy feliz.


Has jugado torneos y has ganado varios. ¿Cuál es el mejor recuerdo que guardas de ellos?
El que mejor recuerdo es el Open Amanecer, en 2013. Aparte de que es el torneo del club, ganar en la final a José Carlos García Sánchez, que es un chico que juega muy bien al tenis y muy competitivo, supuso una alegría muy grande. En este partido me sentí arropado por mis compañeros de entrenamiento, que no dejaron de apoyarme durante el encuentro, fue un auténtico regalo. La verdad es que me acuerdo del partido como si lo hubiera jugado ayer. Gané, también, el torneo de Majadahonda y, asimismo, el de la Ciudad de la Raqueta…


Ahora acabas, por edad, de retirarte de la competición liguera. ¿Qué sientes?
Siento, en estos momentos, satisfacción y emoción. El otro día jugando el último partido no quería que se acabase porque después de estar tantos años jugando la Liga ver que no vas a poder volver a jugar ningún año más es complicado de asumir. El equipo va a seguir y yo espero estar a su lado, al menos, apoyando.

Comenzaste a jugar al tenis con once años, cada año has jugado la Liga y los campeonatos por equipos y ahora inicias las tareas como entrenador…en el mismo club. ¿Demasiado bonito, no?
Demasiado bonito, sí. La verdad es que el otro día pensando en mi casa, después de mi último partido de Liga, me dije que hay tantas cosas que puedo decir de lo que he vivido que no sé con cuál me quedaría, la verdad. Tanto con compañeros como partidos, experiencias dentro de la pista como fuera de ella, ligas, campeonatos por equipos…en fin, hay tantas cosas que contar de esas experiencias que no sé por donde empezar.

Ahora, al entrenar en tu club de toda la vida, no puedes pedir nada más…
Efectivamente, cuando el año pasado me dijo Dani que me sacara el curso EVO para poder dar clase sentí una alegría muy grande, porque después de jugar al tenis y ver que ya se te va a acabar, Dani te da la oportunidad de que enseñes todo lo que has aprendido en esta Escuela es muy bonito. Le doy las gracias a Dani, una vez más, por la confianza que ha depositado en mí durante todos estos años.


¿Eres consciente de que al dejar las clases de tenis, la Escuela sufre una pérdida importante, ya que se va uno de sus principales activos?
No, no, que va, no creo que sea una pérdida importante. Me considero un jugador más. El equipo va a seguir siendo igual, con diferentes jugadores, van a pasar unos, se van a ir otros…,pero no considero que sea una pérdida importante. Todos hemos hecho posible el ascenso y todos somos iguales. Además, el equipo está capitaneado por Israel, por lo que está en buenas manos para seguir logrando objetivos.


Eres el ojito derecho del capitán Israel García, quien no ha ahorrado calificativos elogiosos hacia ti. Ha manifestado que eres un ejemplo a seguir, tanto en el aspecto tenístico, como de compromiso con la Escuela, comportamiento, etc. ¿Qué te parecen estas palabras?
Me emociona que un entrenador diga esas cosas de mi, pero yo también, tengo que decir lo mismo de él. Es con el entrenador con el que di mi primera y última clase de tenis, me ha seguido durante todos estos años desde que empecé y he aprendido de él muchísimas cosas. Todos los profesores de la escuela me han aportado cosas importantes pero Israel, yo creo, que ha sido el que más, es con el que más horas he pasado y yo creo que con cada frase que dice aprendes algo de él.

Creo que al propio Israel le tuviste como compañero jugando la Liga.
Efectivamente, así fue. Y siempre me ha apoyado en todo momento. Puedo poner como ejemplo de esto un caso concreto: me es imposible no recordar mi segundo partido en el equipo 1. Jugábamos contra el San Sebastián de los Reyes el último partido de la ida de la Liga, y luchábamos por el primer puesto con ellos. Pues bien, íbamos perdiendo 6-5 en el global y me tocaba jugar a mi el último partido con toda la gente alrededor de la pista. Imagínate cómo debía estar yo en esos momentos. Empecé perdiendo el primer set... y en ese momento Isra se sube al banco del pasillo y empieza a celebrar cada punto mío como si fuera el último, incluso agitando la valla. Pues bien, acabé ganando el partido en el tercero, y yo creo que en parte fue gracias al apoyo de Isra. Con esto quiero decir que él es un gran pilar en el que apoyarme y ha sido mi guía durante todo este tiempo.

Ahora qué meta te has impuesto.
Enseñar lo que he aprendido durante estos años. Aprender de mis compañeros de trabajo e inculcar a los niños actitud, comportamiento y que aprendan a jugar al tenis. Cada día aprendo algo de ellos, desde Isra hasta Alberto Guida, pasando por Dani, Álvaro, Alberto Gómez, César y Víctor, y sin olvidarme nunca de Ismael Pontvianne. Aparte de haber sido mi profesor durante muchos años, hice con él las prácticas después del curso EVO, y aprendí cosas que no puedes aprender en ningún curso, le doy las gracias por tanto.


Será Pablo Díaz un entrenador duro y exigente.

Sí, yo creo que sí. Dejando libertad a los alumnos, sí, porque si no eres duro y exigente los niños se dispersan y al final no creo que aprendan. Puedes ser duro y exigente, pero si tienes unos niños con actitud y motivación, que es lo más importante, la clase va sola y aprenden rápidamente.

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